Las islas de Fuerteventura y Lanzarote, así como las zonas basales de Gran Canaria (por debajo de 300 m) son de condiciones semiáridas y se caracterizan por la ausencia de tipos de vegetación riparia mesófila (saucedas, laurisilva, brezales) y tan solo se encuentran tarayales como formaciones hidrófilas típicas. En los barrancos y ramblas aparecen, además, diversos matorrales xerofíticos, constituidos básicamente por las especies del entorno climatófilo.
Comunidades características: tarayales canarios halófilos, tarayales canarios no halófilos, tabaibales y matorrales de Launaea arborescens.
Otras comunidades: baleras.