Definido por la acidificación y contaminación de las aguas (por metales y sulfuros) que provocan los afloramientos minerales de la franja pirítica ibérica de Huelva y el occidente de Sevilla. Los ríos que la atraviesan presentan una vegetación riparia mermada y a menudo casi inexistente, apareciendo únicamente fragmentos desestructurados de bosques o matorrales que recuerdan a los sotos de los sectores vecinos (alisedas, fresnedas, adelfares occidentales, tamujares y saucedas meridionales). Por otro lado, en sus orillas se originan a veces cordones de una vegetación camefítica única dominada por el brezo del Andévalo (Erica andevalensis), que soporta las restrictivas condiciones de estos ríos. Los arroyos y ramblas que no atraviesan la franja pirítica y que no son contaminados por afluentes, sí desarrollan matorrales de composición normal, comparables a la vegetación que se halla en las zonas australes de Extremadura y Mariánicas. En las áreas litorales aparecen formaciones relacionadas con la vegetación del sector Litoral Atlántico.
Comunidades características: presencia de una comunidad única, los brezales andevalenses. Además adelfares occidentales, tamujares y fresnedas hidrófilas sudoccidentales.
Otras comunidades: saucedas meridionales sudoccidentales (mariánicas), mirtedas, espinares, jaguarzales, saucedas negras litorales atlánticas, fragmentos de alisedas sudoccidentales.